A los estadounidenses les encantan estos pueblos de cartón piedra que parece que están sacados de alguna pelicula, como Jackson Hole, en Wyoming, uno de los últimos y “genuinos” pueblos típicos del Oeste. Sin embargo éste tiene un encanto especial, no tanto por sus casas de madera o su diligencia paseando a los niños del pueblo:
como por estar situado justo al lado de Grand Teton y ser uno de los aeropuertos más cercanos y la vía de entrada al parque nacional de Yellowstone y por estar rodeado de pistas de sky para practicar este deporte en invierno. Si algún día vas a visitar Yellowstone, no está de más hacer una parada en este pueblo, dar un paseo por sus calles e incluso disfrutar de un rodeo en las noches de verano.