Una de las formas más espectaculares y desconocidas de entrar en Cantabria es hacerlo a través de la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros, descubriendo a cada recodo de la carretera la belleza de Cantabria. Llegamos a un cruce y se nos presentan tres opciones, cada cual más bonita en días despejados: Subir Lunada y bajar por el valle glaciar del rio Miera, subir a la Sía y disfrutar de los bellos Collados de Asón y el valle del Soba o irnos a Estacas de Trueba por las Machorras y acceder a Cantabria por Vega de Pas, que es lo que elegimos en esta ocasión.
Nada más cruzar el alto de Estacas de Trueba accedes ya a la provincia de Cantabria, enfrente se abre el valle y a la derecha queda Castro Valnera, desde cualquiera de las paellas de la carretera se obtienen unas vistas preciosas de todo el valle del Pas y en días despejados se puede distinguir perfectamente incluso el mar. En la bajada, en la que conviene ir con cuidado, pasas por preciosas cascadas e incluso por la estación abandonada de Yera de la línea férrea Santander – Mediterráneo y por las cercanías del túnel de la Engaña antes de llegar a la población de Vega de Pas, lugar con mucho sabor autóctono y donde podremos degustar alguno de sus famosos sobaos y quesadas o quedarnos a comer en el México para darnos un buen homenaje gastronómico antes de ir a nuestro destino.
Eso si, como último consejo indicar que en caso de encontrarnos con niebla en Espinosa de los Monteros es mucho más prudente recular e ir a Cantabria o bien por el Escudo o bien por los Tornos, que son carreteras nacionales con mejor señalización y firme que las comentadas.
Para más información de la zona, visitar Ruta por los Valles Pasiegos.